Mundo (30 oct).-Trece militares de Estados Unidos y uno de Canadá murieron ayer en Kabul en un ataque suicida contra un autobús que transportaba fuerzas de la OTAN, reivindicado por los talibanes, informaron las fuerzas estadunidenses, con lo que el balance de fallecidos ascendería a 18.
Fuentes del Pentágono confirmaron que 13 de sus militares estaban entre las víctimas mortales del atentado con coche bomba, en el que según las fuerzas de la coalición internacional en Afganistán (ISAF) fallecieron también tres civiles y un policía afgano.
El ataque tuvo lugar en torno a las 11 de la mañana, hora local, en la plaza de Darulamán, junto al viejo palacio del mismo nombre, y según distintas fuentes fue cometido por un insurgente que circulaba en un todoterreno cargado de explosivos.
El suicida se lanzó en el vehículo, un Toyota Surf, contra un convoy de la fuerza internacional que transportaba a diario a formadores militares encargados de preparar a las tropas afganas, explicó un portavoz talibán, Zabiulá Muyahid.
Testigos aseguraron que la explosión causó el vuelco del vehículo de la fuerza internacional.
La misión de la OTAN guardó mutismo durante varias horas y, aunque primero reconoció que había “bajas” entre sus soldados, sin precisar si se trataba de muertos o heridos, más tarde confirmaron que había “trece soldados fallecidos”.