Mundo (6 nov).-Al final no hubo sorpresas y las urnas confirmaron el resultado de todas las encuestas. El general retirado Otto Pérez Molina, de 51 años, se alzó este domingo con el triunfo y presidirá Guatemala durante el cuatrienio 2012-2016. Así lo confirmó la noche del domingo el Tribunal Supremo Electoral (TSE) que, computado más del 90% de los votos, anunció la victoria del militar. Este se alzó con 2.106.423 votos, equivalentes al 54,84% de los sufragios, contra 1.731.082 votos alcanzados por el millonario populista Manuel Baldizón, equivalentes al 45,11% de las voces.
Aunque en esta elección bajó la participación popular, el 54,49% de los guatemaltecos registrados en el censo electoral acudió a las urnas, de acuerdo con la información oficial del TSE.
Pérez Molina llega a la presidencia del país centroamericano merced a su promesa de mayor seguridad, una de las necesidades más sentidas por la población. En su plan de gobierno, de cinco puntos, el primer apartado se refiere a la “seguridad y justicia”, asentando cinco prioridades. Entre ellas, la neutralización del crimen organizado, las pandillas juveniles (maras) y la delincuencia común. Ofrece el fortalecimiento de las instituciones del Estado,por ahora reducidas a caricaturas de sí mismas. Asumir el liderazgo regional de la estrategia en la lucha contra el crimen organizado y fortalecer el sistema de justicia.
A pesar de que la seguridad es uno de los fuertes del general Pérez (su equipo de Gobierno está compuesto en buena parte por antiguos compañeros de armas, muchos de ellos expertos en inteligencia), poner en marcha su plan de rescate de las instituciones para devolver la tranquilidad a la ciudadanía se adivina cuesta arriba. Para empezar, encuentra una Policía Nacional Civil muy débil y desprestigiada y un aparato de justicia absolutamente ineficiente. El 98% de los crímenes quedan en la impunidad